El dúo dinámico de Viktor y Rolf extendió sin problemas su destreza creativa al ámbito de la perfumería. En 2004, presentaron su primera fragancia, "Flowerbomb", junto con una colección de moda femenina del mismo nombre. Esta fragancia, presentada en una distintiva botella de "granada de mano", fue una sensación instantánea, lo que dio lugar a numerosas ediciones limitadas y flankers. No pasó mucho tiempo antes de que elaboraran también una fragancia para hombres.